VOLVER Feb.05.2021

Pasos hacia una digitalización de la vivienda: de la domótica a la ‘Smart Home’

Hace muchos años que las nuevas tecnologías permiten que nuestros hogares obtengan capacidades para hacernos la vida más fácil y cómoda. Pese a que durante el siglo XX se incluyeron cada vez más aplicaciones eléctricas y controlables remotamente (como la apertura de la puerta del garaje), no fue hasta los años 90 cuando se empezó sacar provecho de la conectividad a internet y el poder de los ordenadores.

La palabra domus en latín, el hogar o la casa, y el equivalente a la robótica en inglés –robotics– dieron pie al término domotics o domótica. A medida que ha pasado el tiempo, este concepto ha sido sustituido por el de hogar inteligente o smart home. Y no solo se debe a un cambio de nomenclatura, sino una fase de adaptación más de las tecnologías más innovadoras para conseguir el máximo confort, seguridad y bienestar dentro de la vivienda.

Digitalización de la vivienda - smart home

Revisemos a continuación cuál es el proceso que hemos vivido en las últimas décadas para pasar de la domótica a la smart home, así como lo que nos depara el futuro en materia de hogares inteligentes.

 

Tecnología para el hogar: el auge de la domótica

Pese a que en castellano hemos utilizado ampliamente el término “domótica”, en el mundo anglosajón se ha usado domotics, domestic technology (tecnología doméstica o del hogar) y home automation (automatización del hogar) indistintamente. Esa automatización da comienzo en los primeros compases del siglo XX, con la aplicación de la electricidad en los hogares.

lgunas fuentes hablan de Nikola Tesla, el inventor e ingeniero serbocroata, como el precursor del home automation porque patentó un sistema de mando a distancia. Para demostrar su funcionamiento lo hizo mediante un barco de juguete. Nos remontamos a 1898, el aparato funcionaba con ondas de radio y Tesla lo denominó “teleautomaton”.

Sin embargo, las aplicaciones más próximas a lo que hoy entendemos como domótica tienen que ver con aplicaciones que empezaron a darse a partir de los años 50 y 60, y que estaban reservadas a prototipos. Hablamos por ejemplo del caso de ECHO IV, un ordenador que ocupaba toda una habitación, creado por el ingeniero Jim Sutherland en 1966 para la compañía Westinghouse. El ECHO IV, aportaba funciones básicas como la gestión de todos los relojes digitales de la casa, el calendario, el inventario de la casa o la programación del aire acondicionado y el visionado de la televisión.

Aunque todo esto puede parecer hoy muy remoto, la evolución -muy paulatina- de estas tecnologías sirvió de base de muchos sistemas que hoy tenemos en muchos hogares. El verdadero cambio de la domótica se vio con la progresiva aplicación de internet y todas las tecnologías relacionadas con su aparición e implementación.

El salto de la primera domótica a la conectividad

En 1998 se presentó en Reino Unido una vivienda piloto conocida como la INTEGER Millennium House, que pretendía exhibir novedades en diseño de viviendas, construcción y también en automatización del hogar. Situada en la ciudad británica de Watford, la Millennium House contaba con sistemas controlados por ordenador relacionados con la calefacción, la seguridad, las luces, las puertas y los jardines.

Unos años antes, en 1989, Dan Lynch lanzaría un reto entre programadores, que resultaría en un experimento increíble: unos meses más tarde, John Romkey y Simon Hackett serían los primeros en conseguir que un aparato estuviese conectado a internet y se pudiese controlar remotamente por este canal. El aparato no era ni más ni menos que una tostadora.

Sin embargo, pasaron varios años hasta que alguien utilizara el término que hoy en día utilizamos para los dispositivos del hogar conectados: Internet de las Cosas (IoT o Internet of Things). Sería en 1999 en una conferencia de Kevin Ashton para Procter&Gamble.

Como vemos, la frontera del cambio de milenio fue un campo de pruebas para este tipo de dispositivos conectados, que por el contrario fueron tecnologías cuya adopción en masa llegaría mucho tiempo más tarde.

 

Tecnologías para manejo de sistemas en Smart Home

Sensorización y el camino hacia una ‘Smart Home’

En los últimos años hemos vivido una revolución total en cuanto a domótica, pero especialmente de la mano de esos dispositivos IoT que hacen de nuestra casa un entorno “inteligente”. Quizá lo que más ha impulsado la conectividad entre diferentes dispositivos ha sido la popularización de los asistentes de voz (Alexa, Google Assistant, Siri, etc.) que mediante dispositivos concretos nos sirven de hub de control de otros dispositivos conectados.

Pero una smart home es mucho más que una colección de dispositivos de IoT: más allá de los dispositivos conectados, se trata de desarrollos que hacen de esa vivienda inteligente (smart). Por ejemplo, aquellos que nos permiten adaptar los horarios en función de nuestras rutinas, cambiar la climatización en función de nuestras necesidades, u optimizar la energía en función de las horas.

Sin ir más lejos, un sistema de calefacción regulado en un smart home permitirá grandes ahorros de energía, zonificación de las zonas calefactadas, apagado o encendido en remoto, e incluso autoaprendizaje en función de nuestros consumos y prioridades.

En definitiva, los dispositivos (electrodomésticos o cualquier aparato u aplicación del hogar) convergen hacia una conectividad que les permite, a través de la red WiFi del hogar, comunicarse entre sí. Eso nos permite, por un lado, controlarlos remotamente vía nuestro smartphone u otros y obtener el máximo rendimiento de estos dispositivos para una personalización total de las funciones de nuestro hogar y, todo ello, en tiempo real.

También se han incorporado los sensores al conjunto de dispositivos y aplicaciones de una smart home. Mediante ellos podemos obtener una serie de lecturas inteligentes y en tiempo real con el que mejorarán los rendimientos de las demás herramientas digitales del hogar: sensores de calidad del aire, temperatura, movimiento, etc., todos con el objetivo de hacer de nuestra casa un lugar más confortable y seguro.

El futuro es muy halagüeño para esta digitalización del hogar, ya que el auge del IoT va muy en línea con el desarrollo de las próximas smart homes. Se trata de artículos al alcance del gran público, cada día más asequibles, fáciles de instalar y que más a menudo constructores y promotores inmobiliarios tienen en cuenta a la hora de diseñar sus viviendas.