Cada vez estamos más concienciados de la importancia de cuidar el planeta y estas preocupaciones permean en el sector de la construcción. No solo como una responsabilidad, sino como una obligación. Precisamente por eso, diferentes organizaciones internacionales han querido plasmar mediante certificados de construcción los requisitos para acreditar que un determinado edificio es verdaderamente sostenible.
Mediante sistemas de evaluación y certificaciones con sellos identificativos, estas organizaciones permiten que los procesos constructivos atestigüen que los estándares de calidad son elevados, además de respetuosos con el medio ambiente y positivos para la salud y bienestar de las personas.
Hoy queremos revisar los cinco sellos o certificados de construcción más importantes a día de hoy: BREEAM, LEED, Pasivhaus, VERDE y WELL. Asimismo analizaremos sus características, diferencias y puntos en común.
BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology)
Sus siglas en inglés significan “metodología de evaluación ambiental de establecimientos de investigación de edificios”. Esta metodología fue desarrollada en 1990 en el Reino Unido por la organización BRE Global. En España está presente desde 2010.
Está concebido para evaluar el grado de sostenibilidad de un edificio o cualquier tipo de construcción. De acuerdo con su página web oficial, fomentan la construcción “más sostenible” que deriva en edificios “económicos, ambientales y sociales”.
Los criterios principales para la evaluación de los edificios son: energía, salud y bienestar, gestión, transporte, materiales, agua, residuos, contaminación, uso ecológico del suelo e innovación.
LEED (Leadership in Energy & Enviromental Design)
“Liderazgo en energía y diseño ambiental”, LEED, es un sello de calidad que se otorga a viviendas de nueva construcción y también a edificios rehabilitados. Originada en EE.UU., es una certificación internacional que asegura “estar disponible para prácticamente todos los tipos de edificios”.
En palabras propias de la organización, “LEED proporciona un marco para edificios ecológicos saludables, altamente eficientes y que ahorran costos”. Además, “es un símbolo mundialmente reconocido de liderazgo y logros en sostenibilidad”.
¿BREEAM o LEED?
Ambos pueden coexistir pero elegir uno u otro tendrá que ver más con las características del proyecto, pues cada uno puede estar más orientado a proyectos concretos, como por ejemplo centros de datos, edificios de oficinas o almacenes de logística. Ambos están presentes en Europa, pero BREEAM está adaptado a la normativa española.
LEED requiere para la certificación más baja cumplir con el 40% de los requisitos, frente al 30% de BREEAM. Sin embargo, este último requiere contar con un asesor externo acreditado, lo que le aporta mayor credibilidad al proyecto. En definitiva, los matices los encontraremos en el proyecto y no en el sello de calidad.
Certificación VERDE
En tercer lugar encontramos la certificación de origen español, VERDE, desarrollado por el Green Building Council España (GBCe) o Consejo para la Edificación Sostenible en España, que surgió en el año 2002. Pertenece a una red global denominada World Green Building Council (WGBC). Como matiz diferenciador respecto del resto, la certificación VERDE examina principalmente la eficiencia de la arquitectura.
Su objetivo es ofrecer una metodología para evaluar la sostenibilidad de los edificios. Se basa en un concepto por el cual todo edificio sostenible debe contar con cinco Ps: personas, prosperidad, planeta, paz y pacto. Los niveles de esta certificación también están representados por un símbolo: las hojas. De 0 a 6 hojas se representa el compromiso de la construcción con el medio ambiente.
Estándar Passivhaus
Passivhaus o Casa Pasiva es un estándar constructivo y no una metodología de evaluación como los tres anteriores. Sin embargo, puede solicitarse la certificación como en los demás casos. Después de la construcción de la primera vivienda Passivhaus en 1990, se fundó en 1996 el Passivhaus Institute en Alemania, de donde parte este concepto de construcción de casas con un alto nivel de confort y una reducción ostensible del consumo de energía debido a un sistema de ventilación controlada y un gran cuidado del aislamiento térmico.
La certificación de Passivhaus se basa en cuatro requisitos que tienen que ver con: una baja demanda de calefacción; una baja demanda de refrigeración (aire acondicionado); baja demanda de energía (electricidad); y una alta hermeticidad (menos de 0,6 renovaciones de aire por hora).
Certificación WELL
La certificación WELL o WELL Building Standard es un sistema de puntuación para la medición del rendimiento de los edificios en una serie de factores, para medir y monitorizar las características de los espacios construidos. Se diferencia del resto en que está centrada en el bienestar de los ocupantes.
Los conceptos de este sistema de puntuación dinámico se centran en: agua, aire, alimentación, iluminación, movimiento, confort térmico, sonido, materiales, mente y comunidad. Para empresas busca un ambiente saludable para trabajar que resulte en mayor productividad y satisfacción. Para las viviendas el impacto positivo de vivir en un entorno saludable y obtener mayor energía y mejor descanso.
Certificaciones y construcción industrializada
Recientemente, en un edificio en el que se ha puesto en práctica el modelo de construcción industrializada ÁVIT-A de Grupo Avintia, se ha conseguido una preevaluación positiva para la certificación de sostenibilidad BREEAM. Entre los indicadores principales, este edificio construido mediante el modelo ÁVIT-A, obtuvo los siguientes resultados en las categorías correspondientes: Gestión, 18 puntos de 19 obtenibles; Energía, 24 sobre 27; Materiales, 11 sobre 12; y Residuos, 6 sobre 7.
Hablamos de una valoración de parámetros de sostenibilidad de una vivienda tipo ÁVIT-A realizada por una consultora externa, en la que esta vivienda industrializada ha recibido, en su preevaluación, una calificación de EXCELENTE en BREEAM. Esta certificación muestra otra de las ventajas de la construcción industrializada frente a la construcción tradicional.
Este caso es tan solo otra muestra de que la construcción industrializada apuesta por la sostenibilidad, además de ser un proceso de construcción en el que se ahorran costes y se reducen tiempos en el proyecto. Es un modelo altamente interesante para la transformación que vive el sector en busca de la reducción de la huella energética y la construcción de edificios cero emisiones.